Casa la Tercia

MONUMENTOS DE CONSUEGRA

Curiosidad

El nombre de tercia es debido a un impuesto muy común en la época que consistía en el pago de la tercera parte de la cosecha, en origen esta parte correspondía al clero, pero con la necesidad (cada vez más perentoria) de las arcas reales de nuevos ingresos, éstos acabaron siendo recogidos y gestionados por funcionarios regios.

Monumentos

Palacio prioral Casa la Tercia

Junto con la Ermita del Cristo, este edificio organiza uno de los puntos históricos (con la plaza y el castillo) más importantes de Consuegra. Del antiguo palacio hoy solo se conserva el torreón que servía de archivo y de entrada al conjunto palatino. En su patio todavía se pueden observar restos de basas y columnas, así como dos estatuas romanas en buen estado.

La pérdida del valor defensivo de la fortaleza y la clara incomodidad que debía suponer la vida en un castillo medieval, condujeron a las autoridades sanjuanistas a la construcción de un edificio más cómodo y mejor ubicado en el centro de la localidad desde el que ejercer la administración y el control del territorio.

Torreón del antiguo Palacio Prioral de la Orden de San Juan donde se traslado el archivo que estaba situado en el Castillo de Consuegra.

Este palacio, que podemos fechar a mediados del siglo XVI, ocupaba prácticamente dos manzanas, contando con: silos, bodegas, (ubicados en cuevas y en la parte superior del edificio), contaduría y pagaduría, cárcel y archivo en la torre, patio de armas e iglesia. Se edificó sobre las antiguas termas de la ciudad romana, motivo por el que hoy en día se pueden apreciar allí restos de esta época.

Posteriormente al conjunto se le adosó una iglesia, de la cual aún se conserva el ábside. Este ábside representa los únicos restos que se conservan de la primigenia mezquita de la localidad (transformada posteriormente en iglesia). Pese al traslado de las dependencias administrativas y fiscales al casco urbano de Consuegra, el castillo mantuvo todavía su valor militar, aunque fue perdiendo su sentido simbólico y poco a poco fue vaciándose de contenido. De este modo, el nuevo centro de poder formaría el núcleo administrativo más importante de la ciudad. Sobre los restos del antiguo palacio se construyó el colegio “Cristo de la Vera Cruz”, en el siglo XIX, de estilo mudéjar toledano.